El controvertido fixture del campeonato de la Primera División Amateur conspiró a favor de que se produjera un encuentro pendiente hace casi un siglo. Estos dos buenos vecinos de la Avenida Agraciada no se veían las caras en una cancha de fútbol desde diciembre de 1928 cuando jugaron por última vez en el viejo Parque Olivos. Desde ese momento, los dos cuadros tuvieron destinos absolutamente antagónicos pero las actuales circunstancias determinaron que se volvieran a enfrentar. Y casualmente, en el estadio que honra la memoria del primer gran crack de ambas camisetas.
Un nuevo fin de semana daba comienzo en Montevideo y el Prado capitalino emprendía su ritmo cotidiano de cada sábado primaveral. El movimiento de vehículos y personas se acrecentaba sobre media mañana en la calle Lucas Obes a raíz de los aficionados que llegaban al Estadio José Nasazzi para presenciar el partido entre el Club Atlético Bella Vista y el Centro Atlético Lito. Este encuentro correspondía a la cuarta fecha de la Serie B del Torneo Clausura de la Primera División Amateur y culminó con la victoria locataria por 2 a 0 con anotaciones de Andy Díaz (3´) y Jordan Mosquera (62´). Este cotejo, al igual que todo el campeonato de la vieja y entrañable C, pasó inadvertido para la amplia mayoría de la prensa especializada y por consiguiente, para el público futbolero en general. Una triste realidad del presente SXXI que resulta muy distante de aquellos tiempos en donde los diarios cubrían todos los partidos que se disputaban en la órbita de las competiciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol sin importar categorías, escenarios deportivos ni escuadras que se enfrentaran. Este match entre papales y azules del pasado 9 de noviembre parecía ser uno más pero encerraba un significado muy especial para todos aquellos que conforman a estos dos clubes y para el fútbol uruguayo en su conjunto. Bella Vista y Lito volvían a encontrarse en una cancha de fútbol por una competición oficial de AUF luego de 96 años. El último antecedente entre ellos correspondía al 16 de diciembre de 1928 en el desaparecido Parque Olivos por la fecha N° 21 del campeonato uruguayo de primera división. El encuentro culminó con el triunfo papal por 3 a 1 y la suerte de los litenses comenzaba a estar sentenciada en aquella temporada. El cuadro del histórico café de Agraciada y Santa Fe perdió la categoría y comenzó a transitar un camino que lo condujo a dejar de competir en la Asociación en 1947. Por su parte, los auriblancos recorrieron un camino opuesto con diversos logros deportivos en diferentes etapas de la vida del club. Sin embargo, las actuales circunstancias de ambos equipos determinaron que volvieran a encontrarse en la Primera División Amateur y en la cancha que lleva el nombre del primer gran ídolo que tuvieron estos dos cuadros en sus inicios. Cosas del destino y de nuestro particular fútbol criollo.
DOS CUADROS NUEVOS POR AVENIDA AGRACIADA
Aquel Montevideo era tierra fértil para la generación espontánea de cuadros de fútbol en cada una de sus esquinas. Lito y Bella Vista fueron parte de este proceso de génesis clubista y nacieron a pocas cuadras de distancia por Avenida Agraciada. Los azules fueron fundados el 24 de julio de 1917 en el Café de Manuel “Lito” Semino de Agraciada y Santa Fe mientras que un grupo de vecinos de las inmediaciones de Bulevar Artigas y Agraciada crearon al club que porta los colores de la bandera del Vaticano el 4 de octubre de 1920. Esta es la principal hipótesis con respecto a la casaca bellavistense en función del apoyo que recibieron los gurises que se congregaban en la peluquería de Vicente Zibechi por parte del sacerdote Marino Guerra del Colegio Maturana. La ciudad estaba llena de equipos de fútbol porque jugar a la pelota en el campito más cercano era el principal entretenimiento de la muchachada. Pero Bella Vista y Lito sobresalieron rápidamente entre sus similares por la valiosa contribución a la trilogía mundialista de nuestro fútbol. Esa zona de la ciudad era un virtuoso manantial del cual emanaban virtuosos cracks y estos dos cuadros vecinos supieron capitalizar la captación de notables players que residían en sus inmediaciones. El primero de ellos fue José Nasazzi y uno de los momentos de mayor tensión entre azules y papales resultó cuando el Mariscal pidió pase para el cuadro de su barrio. Nasazzi llegó con 17 años a Lito y salió campeón de la División Extra en 1919 y de la División Intermedia en 1920. Ese mismo año se fundó Bella Vista y el joven José quería jugar con sus vecinos y amigos. Lito negó el pase y el gran capitán celeste no dio el brazo a torcer. Cumplió con la reglamentación establecida y se fue del ámbito asociacionista por un año para jugar en el Roland Moore de su villa natal de Peñarol. Luego de ello, Nasazzi pudo inscribirse en Bella Vista en 1922 y su nombre quedó inmortalizado hasta en el nombre del field del club. Otro de los olímpicos que vistió las dos camisetas vecinas fue el legendario Pedro «Vasco» Cea pero con un pasaje intermedio por el Club Nacional de Football entre ambas instituciones. Bella Vista y Lito lograron ocuparon en muy poco tiempo un lugar de relevancia en el plano futbolístico local pero el final de la década de 1920 tuvo desenlaces opuestos para ellos dos.
1928 EL COMIENZO DEL OCASO LITENSE
El año 1928 es uno de los más importantes en la rica historia de nuestro balompié al gestarse la segunda estrella que luce en la parte superior del escudo de la camiseta celeste. La selección uruguaya venció el día 13 de junio al combinado argentino por 2 a 1 y se consagró por segunda vez campeona del mundo al obtener una nueva medalla de oro. La delegación olímpica estuvo integrada por 23 jugadores y entre ellos se encontraban los ex litenses Juan Peregrino Anselmo y Héctor “Manco” Castro, “El Vasco” Cea (pidió pase de Lito a Nacional esa misma temporada), el ex papal José Leandro Andrade y los jugadores auriblancos José Nasazzi y Adhemar Canavessi. De forma simultánea a la gloria de Ámsterdam que ratificaba la hegemonía oriental en el escenario del fútbol mundial, la actividad doméstica continuaba con su proceso de reordenamiento tras el cisma de 1922. El campeonato uruguayo de 1928 estuvo integrado por 16 equipos y se jugó bajo el formato de todos contra todos a dos ruedas. No eran tiempos de tabla anual ni de promedios de descensos y todo se resolvía bien fácil. El club con más puntos se declaraba campeón y los últimos tres de la clasificación bajaban a la División Intermedia. Lito y Bella Vista habían obtenido sus mejores desempeños en los tiempos del cisma destacándose los papales en el ámbito asociacionista y los del Lito Cuadrado en la faz de la federación disidente liderada por Peñarol. (cabe acotar que Lito fue uno de los 3 clubes que integró la AUF y la FUF de forma simultánea). Los azules habían armado un “buen cuadro” para el torneo del 28 según los juicios emitidos por la prensa especializada pero perdía a un referente del club y del barrio como lo era Pedro Cea. Por su parte, Bella Vista contaba con una zaga exhuberante conformada por Nasazzi y Canavessi, más allá de que el Mariscal estuvo ausente por varios partidos, y al letal delantero Carbone. El torneo dio inicio a mediados de año y finalizó luego de los festejos del Carnaval de 1929. Este desfasaje del fixture con el año calendario ya se había convertido en una práctica habitual y cada diciembre finalizaba sin conocer al nuevo monarca de la temporada futbolística. Lito estaba plenamente consolidado en primera división pero aquel año fue el punto de inicio de una debacle que nadie podía imaginar. Las resultados adversos se fueron acumulando y la posibilidad de descender adquiría una dimensión real a medida que se acercaba el final de la competición, Así fue como aquel domingo de diciembre, en medio de las críticas por jugar con las altas temperaturas del epílogo primaveral, quienes asistieron al Parque Olivos estaban presenciando por última vez en sus vidas el enfrentamiento entre estos dos buenos vecinos.
AL LITO «SE LE DIO VUELTA LA TABA»
Lito y Bella Vista jugaron por la séptima fecha del campeonato uruguayo de 1928 sobre el mediodía del domingo 1 de julio en el desaparecido Parque Salvo del barrio Capurro. El cotejo terminó 1 a 1 con goles de Olivera a los 15´ para los azules y de Dorado a los 26´ para el empate visitante. Los equipos continuaron con su camino por el torneo y disputaron la revancha de la segunda vuelta en pleno diciembre. El diario El Plata salía todas las tardes y realizaba una amplia cobertura periodística de diversas disciplinas deportivas. Tenía un gran alcance entre los lectores montevideanos y sus ediciones cumplían diversos roles. Uno de ellos, que resulta sumamente curioso en el presente, consistía en informar a los propios futbolistas quienes estaban convocados para los partidos y cuáles eran los puntos de concentración de las delegaciones para dirigirse a la cancha de turno de ese fin de semana. Este canal de comunicación era utilizado por todos los equipos y es por ello que se pueden encontrar en los ejemplares custodiados por las mayores hemerotecas de nuestro país los comunicados oficiales de Peñarol y Nacional dirigidos a sus respectivos planteles en los días previos a los encuentros. El sábado 15 de diciembre de 1928, Lito y Bella Vista cumplieron con el protocolo establecido y publicaron sus convocatorias para el partido que los iba a ver frente a frente por última vez. El anuncio de Lito fue denominado “La hueste azul” y rezaba que “el comando de Lito formó el siguiente equipo para enfrentar a Bella Vista : Marini, Repetto y Melogno; Grijo, Lobos y González; Cabanelas, Domínguez, Capuccio, Martínez e Ithurbide”. Por su parte Bella Vista estableció el siguiente mensaje: “Se cita a los jugadores Di Martino, Canavessi, Bonchiani, Aníbla y Pablo Dorado. Alberto Melogno, Peralta Romero, Formento, Lago, Marcenaro, Mijares, Lamas y Carbone, para que concurran mañana al field social, a las 16:30, a fin de realizar el partido fijado con el Club Lito”. Sin vueltas ni misterio, todos sabían quiénes iban a jugar al día siguiente.
Los vecinos del barrio Bella Vista y de Arroyo Seco se dieron cita en el Parque Olivos para presenciar el juego abonando la suma de 20 centésimos para ingresar. Los litenses tenían la esperanza de cambiar la pisada para evitar el descenso mientras que los anfitriones pretendían seguir escalando lugares en la tabla de posiciones. El encuentro culminó 3 a 1 a favor de los locales y los ávidos lectores se enteraron de todo lo sucedido a través de la prensa el lunes 17 de diciembre. El cronista de El Plata, cuyo nombre no figura en el escrito, narró los principales hechos futbolísticos y pugilísticos acontecidos en la otrora cancha bellavistense. “Inició la lucha el team local con mucho entusiasmo logrando adjudicarse las primeras acciones, por la mejor organización de su línea de forwards. Carbone (…) una vez más fue el alma del quinteto auriblanco con sus pases justos y sus jugadas oportunísimas. Creó las situaciones más difíciles conquistando el primer goal de su equipo mediante un cabezaso espectacular e inatajable” Así fue como Bella Vista abrió el marcador y se adelantó en el score. Los visitantes sabían que la tabla se empezaba a complicar y no podían seguir relegando unidades. Fue así que “ Lito equilibró la lucha y organizó una serie de avances que llenaron de entusiasmo a todos los aficionados, debido a que siempre terminaron frente al arco de Di Martino y que si no prosperaron fue debido más nada a la mala suerte que acompañó a los ´azules´”. El cuadro liderado futbolísticamente por Capuccio se tiró arriba pero un nuevo balde de agua fría cayó sobre los litenses en la calurosa tarde decembrina “Un foul a treinta metros de la ciudadela visitante, ejecutado brillantemente por Canavessi, dio el segundo tanto a Bella Vista, inmerecidamente, por cierto, y un minuto antes de terminar la primera etapa Domínguez consiguió el único goal de Lito”. El primer tiempo culminó 2 a 1 a favor de Bella Vista pero el cronista volvió a enfatizar su disconformidad con este resultado transitorio al afirmar en su texto que “Lito, pasados los primeros minutos, actuó a la altura de su oponente, teniendo en su favor la ventaja de haber provocado las situaciones más peligrosas frente a las vallas. De ahí que consideramos injusto el resultado parcial, por cuanto un empate hubiera satisfecho plenamente a todos los circunstantes”.
El segundo tiempo dio inicio y las expectativas litenses de revertir las acciones se esfumaron cuando los papales convirtieron por tercera vez bajo protesta por off side. Resulta que “Canavessi ejecutó un foul a pocos pasos del área peligrosa, rebotando la ball en el cuerpo de un jugador de Lito. La pelota siguió su trayectoria hacia el arco, donde Martínez no pudo detenerla sino a medias, circunstancias que aprovechó Carbone pata incrustar el globo en la red. Lito protestó el tanto por supuesto offside del scorer, infracción que no existió puesto que además de haber jugado últimamente el arquero, el jugador atacante tenía dos hombres delante de si en el momento de adelantarse para shotear”. Esta completa descripción del hecho sucedido evidencia el valor de las plumas de aquellos nobles cronistas para producir en la mente de los lectores las escenas ilustrativas de aquellos partidos que no contaban con cámaras televisivas ni revisiones de VAR. El tercer gol locatario encolerizó a varios hinchas de Lito en la tribuna y a algunos jugadores que comenzaron a “meter hacha”. El juez Agustín Imbriago tuvo que detener varias veces el partido por escaramuzas tanto dentro como fuera de la cancha. En el propio campo de juego, Imbriago le solicitó a un futbolista de Lito retirarse a los camerinos tras un fuerte golpe propiciado a un adversario. El expulsado se negó a salir de la cancha y el referee decidió irse él ante el acto de desacato del jugador. Un grupo de futbolistas de ambos equipos fueron a buscar al juez para que retornara a sus funciones y le pidieron al deportista sancionado que aceptara la decisión arbitral (el cronista nunca especificó el nombre del jugador). Imbriago retornó a dirigir el encuentro pero pitó pocos minutos más por un nuevo incidente entre dos aficionados de Lito que se agarraron a golpes de puño. El juez no lo dudó y suspendió el partido. Luego de brindar algunos detalles de los incidentes acaecidos, el periodsita retomó el comentario del partido de fútbol y culminó diciendo que “a los ´azules´ les ocurre algo raro: con un conjunto que pasa de discreto y realiza performances encomiables, les resulta difícil vencer. Ayer jugó relativamente bien, equilibrando sus bondades con las del vencedor y, sin embargo, se les dio vuelta la taba”.
La tardecita iba cayendo sobre la ciudad en aquella jornada dominical que estaba envuelta en una atmósfera festiva ante el advenimiento de la Navidad y el inicio del receso escolar ante la clausura de los cursos ese mismo fin de semana. Los hinchas papales regresaron contentos al barrio donde reina la alegría mientras que los visitantes emprendieron el retorno a Arroyo Seco con la derrota a cuestas por Avenida Agraciada. Los comentarios sobre las acciones futbolísticas y pugilísticas sucedidas ese día continuaron durante la semana en los cafés, en los boliches y en la propia calle porque la cercanía de los dos barrios determinaba que la gente se cruzara en uno u otro lugar. Pero seguramente, lo que nadie comentó, fue que aquel partido iba a tener su revancha un siglo después.
BELLA VISTA vs LITO. Sábado 9 de noviembre de 2024. 10:00 hs
Estadio José Nasazzi.
BELLA VISTA: Sebastián Medina, Jair Ferreira (88´ Damián Ruis), Andrés Pérez, Enzo Fernández, Juan Pablo Sandín (84´ NIcolás Freitas), Leandro Canet, Lucas Couto (72´ Facundo De Cuadro), Andy Díaz (72´ Gonzalo Viotti), Pablo Lemos y Jordan Mosquera (84´ Diego Sena). Suplentes: Santiago Cantos, Juna Manuel López Santiago Ballesteros, Maximiliano Caetano, Juna Mnauel Martín. D.T Martín Siri.
LITO: Matías Ghiringhelli, Danilo Bangueses, Matías Panzacchi, Felipe Celli, Francisco García, Agustín Albín (46´ Federico Estrella), Junior Silva (87´ Junior Gómez, Leandro Aguilera (60´ Mauricio Alfonso), Franco Albían, Álvaro Aschieri (60´ Fabrizio Garretano), Facundo Bravo (60´ Juna Escobar). Suplentes: Agustín Baubeta, Christian Cordero, Isaías Ramírez, Bruno Alcántara, Agustín Gelmi, DT: Javier Méndez.
JUECES: Mauricio Roldán, Gonzalo Morales y Sadán Rodríguez.
GOLES: 3´ Andy Díaz (BV) y 62´ Jordan Mosquera (BV).
Fuente: Primeramateur.com