Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
El football association logró una amplia difusión en Buenos Aires como resultado natural de la actividad oficial de 1891, desarrollada oficialmente por The Argentine associación football League, con participación de hijos de británicos de clase alta que concurrían a los colegios privados, y de algunos equipos formados por empleados de compañías británicas radicadas en Argentina. La actividad se promocionó de una forma u otra en las páginas de los tres diarios ingleses que se editaban en Buenos Aires.
“El campeonato de 1891 había tenido un desarrollo muy correcto. Los clubes cumplieron con sus presentaciones, no se registraron incidentes y la contienda reflejó un marco de cordialidad. Deportivamente tuvo, incluso, la emoción de un torneo parejo entre dos de sus protagonistas con el agregado de la necesidad de disputar una final para clasificar al campeón.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
El éxito del primer torneo de fútbol argentino de 1891
“Si bien hasta 1890 ya se venían disputando encuentros con carácter amistoso, en 1891 la actividad se incrementó notablemente. Entendemos, que en ello tuvo mucho que ver la realización del campeonato que confirmaba las pautas de la definitiva separación del football association del football rugby. En nuestras investigaciones hemos podido rescatar al menos 28 encuentros, uno de los cuales tuvo lugar en el interior del país, aunque se supone que se jugó una mayor cantidad, dado que la realización de varios de ellos no fue avisada a los medios, ni publicada por éstos.
En el ámbito de la ciudad de Buenos Aires y alrededores hubo varios enfrentamientos que llamaron la atención, principalmente aquellos que tuvieron por protagonista al Flores Collegiate school, una de las entidades consideradas tanto o más fuerte que las que habían participado en el torneo oficial, que se topó en varias ocasiones con su colega el Flores English College.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Primera final de desempate en la historia del fútbol argentino
La circunstancia de que el primer campeonato del fútbol argentino requiriera de un partido para extra, a ser disputado por Saint Andrrew’s y Old Caledonians para quebrar la igualdad en el primer lugar del torneo y coronar al campeón, aumentó el interés en la colectividad británica. Los diarios ingleses que se imprimían en Buenos Aires aumentaron la atención en el tema.
Muchas décadas después, el historiador argentino Carlos F. Yametti y sus colaboradores recogieron los detalles de lo que definieron como “DESEMPATE (Por la posesión de las medallas)”.
“Debido a la asfixiante situación económica por la que atravesaba la Liga, que entre otras cosas no permitió comprar dos juegos de medallas, y con la excusa de que era el cierre de la temporada de fútbol, se creyó conveniente cobrar una entrada al campo y los ingresos agregarlos a los fondos de la Liga. El señor J. Wilson fue elegido juez y se le instruyó que, en caso de que un nuevo empate surgiera luego de la hora y media habitual, ordenara a los equipos jugar un extra tiempo de 30 minutos.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
El primer histórico campeonato argentino de 1891
Las reuniones que se llevaron a cabo, hasta concluir con la constitución de la Argentine Association Football League, fueron publicadas en The Standart, diario escrito en idioma inglés destinado para la colectividad británica y aquellos criollos de clase alta que dominaban la lengua británica. Se fundó el 1.º de mayo de 1864, con tiraje exclusivo para la ciudad de Buenos Aires. Propiedad de los hermanos Edward y Michel Mulhall.[1] Luego que el directorio de la AAFL confeccionó el calendario de los partidos de toda la temporada, el periódico publicó un artículo mencionando que:
“la lista de partidos de la temporada (de Abril a Septiembre) de 1891 es suficiente para satisfacer a los más ardientes amantes de este juego. La Liga comienza bajo auspicios favorables; sus miembros son hombres entusiastas y no hay duda que le darán un gran impulso al fútbol a jugarse en este cuarto del mundo. Le deseamos el mejor suceso”.[2]
Participaron en el primer histórico campeonato argentino de 1891, los siguientes clubes: Belgrano FC, Buenos Aires FC, Buenos Aires and Rosario Railways AC, Hurlingham Cllub y los más conocidos por la divulgación del diario británico, Old Caledonians AC y Saint Andrew’s AC.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Argentina Association Football League: la primera fuera de Europa
El autor de la serie de notas relacionadas con los comienzos del fútbol en el Río de la Plata, conoció a Carlos Yametti hace unas cuentas décadas atrás. Un enamorado del fútbol, especialmente de su pasado, obsesionado por hurgar en el ayer, convencido que en los tiempos donde llegó la pelota a la Argentina, la difusión en los periódicos escritos en español era casi nula comparada con la que los diarios británicos que se editaban en Buenos Aires, destinaban al cricket, rugby y football associación, en ese orden.
Acompañado por una importante cantidad de amantes de la historia del fútbol, en noviembre de 1989 pusieron en marcha el Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF). Se potenció definitivamente como un grupo preocupado por la verdad histórica, en la asamblea llevada a cabo el 23 de noviembre de 2002 en la sede del Club Atlético Excursionistas de Buenos Aires, incorporándose coleccionistas, estadígrafos, cronistas e historiadores de otras ciudades argentinas.
Airala pelea con todo la pelota ante Andy Williams, de Jamaica y mundialista en Francia 1998.
El primer semestre de 1999 tenía deparada una intensa actividad para la Celeste en sus distintas categorías: Sudamericano Sub 20 en Argentina en enero, Sudamericano Sub 17 en nuestro país en marzo, Copa del Mundo Sub 20 en Nigeria en abril y Copa América de mayores en Paraguay en junio y julio.
A todo esto, el mismo seleccionado mayor se encontraba transitando la última recta para cerrar definitivamente la llegada del nuevo entrenador, el argentino Daniel Alberto Passarella, por lo que mucho había por ver y hacer. Entre ellas, reuniones varias con futbolistas y con Víctor Púa, el DT de las juveniles que iba a ser también quien liderara al combinado en el Sudamericano guaraní.
En medio de todo este maremoto de acción oriental, llegó a la Asociación Uruguaya de Fútbol la invitación formal para enviar un equipo representativo a defender los prestigios charrúas en el Torneo de Fútbol de los Juegos Panamericanos de Winnipeg (Canadá) 1999.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
¿Cuándo se fundó la Asociación del Fútbol Argentino?
No resulta fácil reconstruir la historia del football association en Buenos Aires.
Todos los destacados investigadores argentinos cuyos textos escritos hasta el final del siglo XX han sido consultados, mencionan el episodio del 9 de mayo de 1867 cuando un grupo de socios del Buenos Aires Cricket Club (BACC) fundaron el Buenos Aires Foot-Ball Club, siendo Tomas Hogg el principal impulsor de la idea y la reunión llevada a cabo en la calle Del Temple n.º 38, actual calle Viamonte y Reconquista.
Sin embargo, llegado el momento de establecer la fundación de la AFA, se advertía unanimidad denominando a Alejandro Watson Hutton como “padre del fútbol argentino” y la fecha del 21 de febrero de 1893, como la del nacimiento de la asociación. Similar criterio se expuso en la importante colección de cuatro tomos, “Historia del fútbol argentino”, editada en 1955 con la participación de los más importantes periodistas deportivos del momento: Ricardo Lorenzo (Borocotó), Fioravanti, Enzo Ardigó, Félix Daniel Frascara, Horacio Besio, Alejandro Yebra, Julio César Marini, Carlo de la Barga, Pedro Valdéz, A. Selsa Lozano, Damián Cané y Juan Fernández.
El reconocido historiador, Ernesto Escobar Bavio, en el libro de su autoría Alumni / cuna de campeones y escuela de hidalgía, editado en setiembre de 1953, recorre similar camino. Con respecto a éste periodista corresponde señalar que en 1923 en el libro El football en el Río de la Plata del cual también es autor, al mencionar los integrantes de la creada “Argentina Association Football League” el 21 de febrero de 1893, en la reunión en la casa de la calle Venezuela 1230, indica que se eligió presidente al Sr. Watson Hutton y Secretario al Sr. Lamont. En líneas anteriores escribe que “aquel grupo de caballeros británicos, con D. Alejandro Watson Hutton y Alec Lamont a la cabeza, vieron que sus esfuerzos no resultaban estériles”. La afirmación escrita, reitero, es de 1923 cuando aún estaban con vida los protagonistas de la etapa del fútbol heroico de Buenos Aires, y eran testigos presenciales de la verdadera historia.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Allá lejos en Londres
Los buques del Reino Unido que exportaron la Revolución Industrial por el mundo llevaron a cada puerto los deportes modernos que nacieron en sus islas. El cricket era el predilecto, considerado deporte nacional desde fines del siglo XVIII. Seguía el football rugby en orden de importancia y captación de cultores. El paso del tiempo fue transformando a este deporte en un juego demasiado violento, provocando lesiones de importancia y fracturas de extremidades.
El 26 de octubre de 1863, representantes de once instituciones de football rugby se reunieron en Fremason’s Tavern, en Great Queens Street de Londres. Preocupados por el grado de dureza mencionado escribieron nuevas reglas que disminuían la brutalidad del juego. Lo llamaron football association uniéndose en un organismo que identificaron con las dos primer letras del nuevo deporte. Así surgió la FA, sin incluir el nombre del Estado (Inglaterra) donde se creó.
Con sus particularidades propias los ingleses no se sólo se sintieron los dueños del juego que crearon. Lo siguen siendo. Todas las 211 asociaciones afiliadas actualmente a la FIFA, llevan el nombre del país. Con una excepción: la FA.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
A partir de la presente nota se inicia la recopilación de los hechos que conforman el proceso fundacional de la Confederación Sudamericana de Football. Parte de los textos se incluyeron en el texto escrito por el autor, CONMEBOL 1916 -2016, Un continente de Fútbol, editado como libro oficial del organismo al cumplir los 100 años de su creación y puesta en marcha. Resulta interesante destacar e insistir, que se trató de un “proceso fundacional” que tuvo diferentes etapas y que culminó en las muy particulares reuniones de los dirigentes de Argentina, Uruguay, Chile y San Pablo y Río de Janeiro en representación de Brasil. Precisamente, esta presencia de un delegado del fútbol paulista y otro del carioca, determinó que el “proceso fundacional” no pudo cerrarse con la fundación del organismo en la reunión solemne realizada en la entonces sede de la Asociación Argentina de Football, el 9 de julio de 1916, al cumplirse el centenario de la independencia del país.
El autor inicia con esta nota la construcción de la historia del fútbol en el Río de la Plata, Chile y Brasil, así como los diferentes episodios que fueron acumulándose, frutos todos ellos de la vocación de poder y vanidad de los hombres que luchaban por posiciones de privilegio dentro de las clases altas de cada nación, donde el deporte, digamos el fútbol, se convirtió en una vía importante para construir poder y adquirir notoriedad en cada nación.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Corresponde dejar constancia de que los estimados historiadores compatriotas no se han detenido en el estudio de la importancia, la trascendencia que tuvo en su momento y la que adquirió, de cara al futuro, la resonante victoria lograda por Uruguay en la Copa América de Chile de 1920.
Para aquilatar su valor y sustentar lo expresado precedentemente, debe señalarse que la consagración de los celestes en la ciudad de Viña del Mar / Valparaíso, generó la tercera conmoción popular en Montevideo al llegar el vapor de la carrera a la dársena de Montevideo.
La primera explosión de júbilo colectivo en la capital del país se registró el 17 de julio de 1916, después del empate sin goles en la cancha de Racing de Avellaneda, que consagró a los celestes ganadores del primer campeonato sudamericano, cuando aún no estaba en juego la Copa América. Vamos a rescatar la prueba de lo afirmado.